Atención psicológica 683 343 587 Información general 919 422 800

¿QUÉ SIGNIFICA EL TÉRMINO «WORKAHOLIC» Y CÓMO PUEDE AFECTARTE?

Todos conocemos la importancia de mantenernos ocupados, sobre todo realizando lo que nos apasiona. Sin lugar a duda puede llenarnos de beneficios en nuestra vida, puede aumentar nuestra motivación y tener un impacto positivo en nuestra autoestima. Nos brinda estabilidad y nos permite desarrollarnos como personas y como profesionales. Sin embargo, esto se puede volver problemático cuando no sabemos trazar límites entre nuestro ámbito laboral y nuestro tiempo de ocio o de descanso, o cuando este empieza a influir negativamente en otras áreas de nuestra vida como nuestras relaciones sociales o incluso nuestra salud física. 

La adicción al trabajo supone un deterioro progresivo en el rendimiento en las distintas áreas de aquel que lo padece. Este trastorno, que afecta aproximadamente al 10% de la población mundial y al 5% de la población española, puede llegar a generar problemas en la salud mental y física. Depresión, ansiedad, insomnios persistentes son algunos de los más relevantes en relación con este trastorno. También puede llegar a tener afectaciones en la vida familiar de las personas, dando como resultado matrimonios deficientes, desapego o abandono frente a los hijos o aislamiento social. 

Identificar a un workaholic en esta sociedad contemporánea puede parecer una tarea difícil, teniendo en cuenta que se premia a las personas comprometidas y trabajadoras, sin embargo existen algunos rasgos o señales que indican claramente si una persona es adicta al trabajo o no. Dejar de pasar tiempo con los allegados, las ganas excesivas de querer controlarlo todo y no ser capaz de delegar labores en el trabajo unido a un bajo rendimiento cuando se trata de trabajar en grupo son solo algunas de dichas características de una persona “trabajolica”. 

 

A continuación esbozaremos algunas de las clásicas señales para identificar a una persona adicta al trabajo: 

  1. Siempre presenta una excusa para no descansar (o darse un tiempo con su familia).
  2. Maneja altos niveles de estrés en su día a día.
  3. Poca o nula vida social.
  4. Su lugar favorito: la oficina.
  5. El primero en llegar y el último en irse de su trabajo. 
  6. Pocos amigos o compañeros cercanos en el trabajo
  7. Perfeccionismo excesivo
  8. Incapacidad para delegar tareas.
  9. Suelen trabajar en su tiempo libre.
  10. Su autoestima está directamente relacionada con el éxito o rendimiento en el trabajo.
  11. Poca asertividad: No saben decir “NO”
  12. Están disponibles las 24 horas del día los siete días de la semana para cualquier demanda de su trabajo.

Aunque son varias las señales para identificar a un “workaholic” también son varias las estrategias que existen para afrontar este problema las cuales pueden llegar a suponer cambios favorables en estas personas y en las distintas áreas funcionales de su vida. 

A continuación las comentamos: 

  1. Establecer límites
  2. Delegar tareas (aunque al principio cueste)
  3. Saber apartarse de vez en cuando de los objetivos
  4. Conseguir actividades de ocio
  5. No dejar trabajo para realizar en casa
  6. Aprender a desconectar (cuando es necesario) del trabajo.  

Lo importante con respecto al trabajo es desempeñarse de la manera más comprometida y responsable posible, cumpliendo con los deberes y obligaciones para así lograr alcanzar cualquier objetivo trazado. No obstante, es necesario siempre tener presente cuándo ponerle un alto a estas actividades laborales y sobre todo cuando darnos un merecido descanso luego de hacer eso que es tan importante para nosotros, para de esta forma no solo mantener y desarrollar el ámbito laboral sino también esas áreas tan importantes como pueden ser nuestra familia, amigos. 



Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

1