Validar las emociones significa aceptar las experiencias emocionales sin juzgarlas ni querer modificarlas. Se trata de empatizar con el otro y dar espacio para que pueda sentir todas las emociones sin querer intervenir en el proceso. La validación emocional puede ser hacia los demás y también hacia ti mismo.
Algunos ejemplos pueden ser los siguientes:
“Entiendo perfectamente cómo te sientes, ¿cómo te puedo ayudar?
“Llora, necesitas sacarlo. Estoy aquí contigo”
“Esto es importante para ti. Hablamos, te escucho”
Por tanto, validar las emociones de los demás tiene que ver con empatizar, comprender y expresar a los otros que pueden contar contigo mientras están en su vivencia emocional. Aceptar las emociones de los otros es algo que hasta hace bien poco no se enseñaba en los colegios, ni en muchas ocasiones en casa.
La invalidación emocional se define como cualquier experiencia que implique un rechazo, evitación o negación de lo que se está sintiendo.
Algunos ejemplos pueden ser los siguientes:
“Vamos, no te pongas así, que eso es una tontería”
“Llorar no va a solucionar nada”
“Mejor no hables más de esto. Piensa en otra cosa”
En caso de que creas que estás sufriendo invalidación emocional y hayas notado que ha afectado a otras áreas de tu vida, te animamos a pedir ayuda profesional para poder proporcionarte herramientas que protejan tu autoestima de esta práctica tan dañina.