A lo largo de nuestra historia como personas, hemos ido aprendiendo y nos han ido enseñando la importancia que tiene el autocuidado y el bienestar, físico y mental. Y nada más lejos de la realidad, porque efectivamente cuidarnos y encontrarnos en un estado de equilibrio a nivel físico y mental repercute en nuestro día a día, bien sea en nuestro estado de ánimo o en nuestra interacción con el entorno.
De manera continua, y más ahora con la situación actual, se van normalizando determinados cuidados, pues es lo que “tiene que ser”, y por consiguiente van surgiendo nuevas exigencias sobre cómo debemos cuidarnos (mejor), cómo debemos vernos (mejor), cómo tenemos que comer (mejor), cómo NO tenemos que estar, lo que NO tenemos que hacer, lo que NO tenemos que sentir… Atendiendo a todas estas exigencias empiezan a aparecer dos visiones un tanto polarizadas respecto al autocuidado, o “me cuido mucho o me cuido poco” o “no me cuido nada o no me cuido lo suficiente”.
¿Qué es realmente el autocuidado: cuidarnos o cuidarnos mejor?
El autocuidado es un continuo, NO dos polos:
– Engloba diferentes áreas (físico, cognitivo, social y emocional), así pues, no se limita únicamente a cuidar una única área… por lo que cuidar cualquiera de ellas CUENTA.
– NO atiende a criterios absolutos y generales, pues se trata de algo individual “hecho a medida” para cada uno… por lo que NO todos los “tips” son de obligado cumplimiento para todas las personas.
– No hay cuidados de primera o de segunda, a veces tendemos a restarle importancia a nuestros cuidados diarios, pues son lo “normal”, lo habitual. TODOS LOS CUIDADOS CUENTAN.
– No se trata únicamente de realizar actividades por y para nosotros, se trata también de hablarnos con mimo y ser permisivos con nosotros mismos.
Así pues, el objetivo del autocuidado consiste en atender a nuestras necesidades del momento y el lugar, a dedicar ese “tiempo para nosotros” a mimarnos atendiendo a nuestros gustos, a lo que nos resulta agradables, a hablarnos con cariño y objetividad. El autocuidado NO es una exigencia rígida y absoluta, NO es completar TODOS los checks de una lista de “tips”: el autocuidado es un constructo subjetivo que depende de cada uno de nosotros y de nuestras circunstancias, es completar los checks que puedas de tu lista de “tips”.