Muchas veces un desajuste en el deseo sexual puede suponer un problema en una relación de pareja, sobre todo cuando este se va manteniendo a lo largo del tiempo y los encuentros eróticos van disminuyendo tanto en número como en ocasiones, en calidad.
Pero antes de adentrarnos en el maravilloso mundo del deseo sexual, es importante que nos planteemos primero dos preguntas claves:
¿Qué es el deseo sexual?
El deseo sexual se suele entender como las ganas de mantener relaciones sexuales con penetración, sin embargo, ¿entender el deseo únicamente como penetración, no es reducir mucho el concepto? El deseo sexual, es algo más que penetración, pues el deseo en sí mismo está relacionado con una de las emociones básicas: el apego (vincularnos con los demás y dar-recibir afecto) … por lo tanto el deseo sexual incluye pensamientos, sentimientos y comportamientos, y requiere aprendizaje, entrenamiento y cuidados.
¿Existe un número mágico para cuantificar un “buen deseo sexual”?
El deseo sexual no es un concepto universal ni meramente cuantitativo, es decir, no hay un número clave ya que depende de cada persona y de cada pareja, cada unx de nosotrxs, y cada pareja, somos únicos y tenemos nuestros propias características. Por tanto, el deseo no solo es cuestión de cantidad, sino que también de calidad.
¿Entonces… por qué surgen los desajustes del deseo en las parejas?
Pueden surgir, y mantenerse, por múltiples motivos y dependerán siempre de las características de la persona, pareja y momento vital, como por ejemplo:
- Discrepancias en cuanto a lo que se entiende como deseo sexual
- Acumulación de encuentros eróticos insatisfactorios y evitación de los mismos
- Estimulación inadecuada y presiones
- Mitos: “el deseo surge solo”
- Problemas en la relación de pareja (dificultades en la convivencia, conflictos, falta de intimidad, etc.)
- Falta de comunicación sexual
- Momento vital y situación personal de cada uno (preocupaciones, ansiedad, inseguridades, dificultades, etc.)
Esto no significa que los desajustes del deseo se originen y se mantengan por todas las características expuestas anteriormente, cada caso es diferente y tiene su propia historia.
¿Se puede recuperar el deseo y reajustar esos desajustes en la pareja?
Sí, entender la importancia que tiene la comunicación y nuestras circunstancias personales en nuestra erótica permitirá una visión más amplia de la situación y elegir las herramientas y estrategias más adecuadas para equilibrar las balanzas. Algunas pueden ser:
- No te fuerces, ni fuerces a tu pareja, daros tiempo y es que el deseo, la presión y prisas no suelen ir de la mano.
- Más comunicación sexual asertiva, recordad siempre desde el respeto y procurando no emitir juicios:
1- Intercambiar la visión que ambos tenéis sobre la sexualidad y sobre lo que os gusta y lo que no, puede ser algo enriquecedor y puede ayudar a establecer un rumbo en común en vez de dos paralelos.
2- Hablar sobre fantasías sexuales, puede darle un toque de variedad al asunto.
3- Iniciar y rechazar encuentros, así como aceptar los rechazos, sin presionar al otrx.
4- Negociar cantidad y calidad de esos encuentros sexuales.
Y SOBRE TODO, STOP MITOS
Un encuentro sexual NO es sinónimo de penetración, la erótica de la pareja abarca el resto del cuerpo y de prácticas (masajes eróticos, sexo bucogenital, masturbación, etc.) una visión más amplia de la sexualidad enriquece la sexualidad de la pareja.
El deseo NO surge solo, el deseo se va cultivando y se va cuidando (expresar afecto, gestos eróticos y variedad de los mimos, autocuidado, etc.)
Recuerda una relación de pareja y su erótica son como una planta, que se va cuidando día a día con calma y paciencia, y poco a poco irán saliendo las flores, si no la cuidamos ni le damos su tiempo, no disfrutaremos del proceso.